15/4/09


Tumbada en la cama, Venus Desnuda cierra los ojos. Su amante, tras robarle un beso y dejarle el sabor de la pasión en los labios, se encontraba entre sus piernas. Traza círculos en la parte más carnosa de su cuerpo. Venus Desnuda mueve sus caderas y gime. Se muerde el labio inferior para no derrumbar las paredes con sus gritos. Él intensifica los movimientos. Ella clava sus uñas en el colchón. El placer entrecorta sus gemidos.
Quiere más.
Pide y él se lo da. La penetra con la lengua. Ella lo olvida todo, hasta su nombre. Es incapaz de concentrarse en otra cosa que en las sensaciones que la lengua y los dedos de su amante le regalan.
Se contrae, se retuerce, se mueve, gime, agarra las sábanas, tira fuerte de ellas, araña, abre más los muslos, grita.
No aguanta. Ya no aguanta.
Entre gemidos vuelve a pedir más y él, como siempre, se lo da.

2 comentarios:

JR dijo...

cuanta energía transformada...que no creada ni destruida...
besos

Anónimo dijo...

Y Venus se aleva hasta su propio mundo de olvido.

(LL)