Rojo incandescente

Hoy me apetece que te conviertas en lienzo impoluto. Convertiré mis dedos en pinceles y dibujaré cada contorno de tu ser. Seré artista de besos, creadora de suspiros, coleccionista de miradas que encierran tesoros y fantasías, ladrona de murmullos de amor lascivo. Te pintaré con la punta de mi lengua, deleitándome con tu sabor, e impregnando mi nariz con tu aroma. Borraré con mi piel las huellas de las artistas pasadas. Las difuminaré con mis labios, hasta convertirlas en humo -que con mi aliento desvaneceré. Te teñiré de rojo indecente mezclado con la tinta de mi calidez. La lucha plasmada por llegar a la resurrección tras la petite morte será mi obra maestra. Tú y yo nos convertiremos en puro arte. Sabedora de cada rincón de tu orografía, podré plasmarte con los ojos cerrados. Dejaré que mis abismos moldeen tu placer. Con las caricias ofrecidas me sublevaré a tu lascivia. Me desharé en gemidos coronados por arañazos, hasta dar la pincelada final con nuestros orgasmos.