25/12/10

Navidades mágicas

Había acabado exhausta de la cena. Tras tomar el champán y marcharse la gente de vuelta a sus cálidas casas, había recogido y limpiado todo el estropicio de nochebuena. Así podría dormir más por la mañana, aunque fuera unos minutos más. Se puso el pijama, pensando qué era lo que iba mal con ella, por qué no podía disfrutar la navidad como todos sus familiares, por qué no tenía ni una pizca de ilusión en lo que estas fechas tan señaladas podían regalarle. Se acostó intentando encontrar alguna respuesta, alguna razón que le hiciera abrir los ojos, pero no encontró ninguna. Se dejó llevar de la mano del sueño, para relajarse y poder recuperar las fuerzas que hoy había gastado sonriendo. Antes de cerrar los ojos completamente, vencida, un toc toc se escuchó cauteloso en la ventana. Se levantó con curiosidad… no… no era posible… Descorrió la cortina y lo vio. Su rostro se transparentaba por el cristal, pero su sonrisa lo acaparaba todo. Le abrió rápido para que el frío no pudiera congelarle las pestañas –y el corazón, no vaya a ser que cambiara de opinión.

-He venido a pasar la noche del 24 contigo… Tenía que hacerlo, tenía que compartir este día contigo, aunque sea los últimos minutos antes de las doce –le dijo preocupado mirando el reloj- iba a venir antes pero…

Un beso interrumpió lo que estaba diciendo. ¿Qué importaba? Él estaba ahí, con ella, por ella y eso es lo que más valía. Daba igual que hubiera venido a las y cinco o a las tres, estaba ahí y eso era lo único valioso.

Le dejó pasar y acto seguido se aferró a él con tanta intensidad que cayeron en la cama.

Se cobijaron bajo la manta, abrazados. El frío ya no podría alcanzarlos.

-Feliz navidad, mi vida –le dijo ella con una sonrisa tan radiante como un árbol de navidad.

-Feliz navidad a ti también, amor.

Le dio un beso en la cabeza.

Y así es como pasaron sus primeras navidades juntos, entre muérdago y amor, escapadas nocturnas y sonrisas cómplices y, sobre todo, con la certeza de que este iba a ser el mejor día de navidad de sus vidas –o quizás el comienzo de unas navidades juntos… Ya se vería el año que viene.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Has vuelto :)